GABRIELA MISTRAL
Lucila Godoy, llamada Gabriela Mistral (conocida mejor como
Gabriela Mistral), escritora chilena. Hija de un maestro rural, que abandonó el
hogar a los tres años del nacimiento de Gabriela, la muchacha tuvo una niñez
difícil en uno de los parajes más desolados de Chile. A los 15 años publicó sus
primeros versos en la prensa local, y empezó a estudiar para maestra. En 1906 se
enamoró de un modesto empleado de ferrocarriles, Romelio Ureta, que, por causas
desconocidas, se suicidó al poco tiempo; de la enorme impresión que le causó
aquella pérdida surgieron sus primeros versos importantes. En 1910 obtuvo el
título de maestra en Santiago, y cuatro años después se produjo su consagración
poética en los juegos florales de la capital de Chile; los versos ganadores-
Los sonetos de la muerte- pertenecen a su libro Desolación (1922), que
publicaría el instituto de las Españas de Nueva York. En 1925 dejó la
enseñanza, y, tras actuar como representante de Chile en el Instituto de
cooperación intelectual de la S.D.N., fue cónsul en Nápoles y en Lisboa. Vuelta
a su patria colaboró decisivamente en la campaña electoral del Frente popular
(1938), que llevó a la presidencia de la república a su amigo de juventud P.
Aguirre Cerda. En 1945 recibió el premio Nobel de literatura; viajó por todo el
mundo, y en 1951 recogió en su país el premio nacional.
En 1953 se le nombra Cónsul de Chile en Nueva York. Participa en
la Asamblea de Las Naciones Unidas representando a Chile. En 1954 viene a Chile
y se le tributa un homenaje oficial. Regresa a los Estados Unidos.
El Gobierno de Chile le acuerda en 1956 una pensión especial por
la Ley que se promulga en el mes de noviembre.
En1957, después de una larga enfermedad, muere el 10 de enero, en
el Hospital General de Hempstead, en Nueva York. Sus restos reciben el homenaje
del pueblo chileno, declarándose tres días de duelo oficial. Los funerales
constituyen una apoteosis. Se le rinden homenajes en todo el Continente y en la
mayoría de los países del mundo.
La obra poética de Gabriela Mistral surge del modernismo, más
concretamente de Amado Nervo, aunque también se aprecia la influencia de Frederick
Mistral (de quién tomó el seudónimo) y el recuerdo del estilo de la Biblia. De
algunos momentos de Rubén Darío tomó, sin duda, la principal de sus
características: la ausencia de retórica y el gusto por el lenguaje coloquial.
A pesar de sus imágenes violentas y su gusto por los símbolos, fue, sin
embargo, absolutamente refractaria a la "poesía pura", y, ya en 1945,
rechazó un prólogo de P. Valéry a la versión francesa de sus versos. Sus temas
predilectos fueron: la maternidad, el amor, la comunión con la naturaleza
americana, la muerte como destino, y, por encima de todos, un extraño panteísmo
religioso, que, no obstante, persiste en la utilización de las referencias
concretas al cristianismo. Al citado Desolación siguieron los libros Lecturas
para mujeres destinadas a la enseñanza del lenguaje (1924); Ternura (1924),
canciones para niños; Tala (1938); Poemas de las madres (1950), y Lagar (1954).
Póstumamente se recogieron su Epistolario (1957) y sus Recados contando a Chile
(1957), originales prosas periodísticas, dispersas en publicaciones desde 1925.
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